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Les dejo este resumen de Lo más asombroso de esta vida, hecho por mí. Y más abajo van a encontrar el análisis completo del cuento.
Resumen: "Lo más asombroso de esta vida"
El cuento comienza con la narradora, María, recordando su infancia en un conventillo ubicado en la calle Chacabuco, entre Garay y Brasil. El edificio, que ahora ha sido reciclado y convertido en departamentos de lujo, en ese entonces era un lugar deteriorado y ocupado por más de cincuenta familias. El segundo piso del edificio estaba bajo el control de su madre, quien, gracias a un contacto con su hermano policía, fue una de las primeras en ocuparlo. Esto le permitía alquilar habitaciones a familias de inmigrantes o del interior. Con el dinero de los alquileres, la madre de María logra comprar un departamento en Constitución, y María, la menor de sus hijos, asiste a un colegio privado católico, cumpliendo así el sueño de su madre. Sin embargo, antes de eso, María pasó toda su infancia en el edificio de Chacabuco.
El segundo piso del conventillo está dividido en varias habitaciones, cada una ocupada por diferentes familias. En el ambiente principal, que funciona como living, vive una familia del Chaco compuesta por un padre, una madre y dos niñas de la edad de María. El matrimonio duerme en una cama doble, mientras que las niñas lo hacen en colchones en el suelo. Este espacio es abierto y visible para todos, ya que para salir a la calle hay que pasar entre las camas, lo que hace que el alquiler sea más barato. Luego, hay un cuarto donde vive Roberto, el hermano mayor de María, junto a su esposa e hijo. Más adelante, hay dos cuartos más: uno ocupado por una pareja de Paraguay y otro por un señor chileno. La habitación de la madre de María es la mejor, ya que es la única con baño privado. El resto de los habitantes comparten dos baños comunes. María comparte un cuarto con su hermano Esteban, mientras que sus primas Claudia y Rosa viven en el cuarto de enfrente. Al final del pasillo está la cocina, con una heladera con candado, que da a un patio pequeño y sucio con olor a orina de gato. En este patio hay una escalera que lleva a la terraza y a un cuarto independiente, donde vive Damián, otro hermano de María.
Damián es un misterio para María. Nunca sale de su cuarto, y aunque sabe que es cinco años mayor que ella, nunca lo ha visto. Su madre le lleva la comida en una bandeja y luego recoge los platos sucios. A María le dicen que Damián está enfermo, pero nunca le explican de qué. Con el tiempo, María comienza a hacer preguntas sobre su hermano, pero las respuestas son evasivas. Le dicen que Damián tiene una enfermedad sin nombre, que es mejor que esté encerrado para estar tranquilo, y que no hay doctores que puedan ayudarlo. María, al no obtener respuestas claras, termina por olvidarse de Damián, aunque siempre siente un miedo latente de que a ella le pueda pasar lo mismo.
La madre de María es una mujer devota de la Virgen, y hay cuadros y estatuillas religiosas por toda la casa. En el patio, Roberto ha pintado una imagen grande de la Virgen, que se convierte en la favorita de María. Ella le reza para que nadie en la familia, incluyendo a Damián, se enferme. A veces, María y su madre rezan juntas frente a la Virgen en el cuarto de la madre, pidiendo por Damián.
Un día, la prima Claudia le dice a María que Damián nació deforme, con la nariz partida en cuatro, los ojos en las mejillas y una frente abultada con protuberancias. Esta descripción aterroriza a María, quien comienza a evitar pasar por delante de la puerta de Damián. Incluso crea un conjuro que repite doce veces cada vez que sube a la terraza, para protegerse. Sus primas se burlan de ella, diciendo que si ellas tuvieran un hermano enfermo, lo cuidarían y le harían compañía, en lugar de encerrarlo.
La primera vez que María ve a Damián, tiene diez años. Lo hace para demostrarle a su prima Rosa que no le tiene miedo. Sube a la terraza una noche, después de cenar, y golpea la puerta del cuarto de Damián. Al no obtener respuesta, decide entrar. Lo que encuentra no es un monstruo, sino un chico normal de unos quince años, muy flaco y pálido. Damián la mira con sorpresa, como si nunca hubiera visto a otra persona. María le dice que es su hermana, pero Damián no responde. Nota que tiene una estampita de la Virgen en las manos. Cuando sale del cuarto, su madre la espera al pie de la escalera. Le pregunta cómo está Damián, y María responde que está bien. Su madre la regaña por haber entrado, pero también parece preocupada por el bienestar de Damián.
Con el tiempo, María comienza a visitar a Damián más seguido. Le lleva un juguete, un autito que funciona a fricción, y se sorprende al ver cómo Damián lo examina con detalle, fascinado por cada parte del objeto. En otra ocasión, le lleva su álbum de figuritas, y Damián dedica horas a observar cada una, comentando cosas como “pelo largo” o “brilla”. María comienza a notar que Damián tiene una forma única de ver el mundo, apreciando cada detalle como si fuera un milagro. Esto la lleva a cuestionar su propia percepción de las cosas, preguntándose si una manzana, por ejemplo, no es en realidad algo maravilloso.
Una noche, María decide sacar a Damián de su cuarto y llevarlo a la terraza para que vea la ciudad. Al principio, Damián parece asustarse, pero luego comienza a llorar de felicidad, maravillado por todo lo que ve. María siente una mezcla de alegría y tristeza, preguntándose cómo su madre puede mantener a Damián encerrado, privándolo de experimentar el mundo.
Finalmente, María decide liberar a Damián. Lo lleva a la calle, donde Damián se maravilla con todo lo que ve: los coches, los colectivos, las baldosas mojadas. Sin embargo, cuando encuentran un pájaro muerto en un baldío, Damián se enfrenta a una realidad que no puede comprender: la muerte. Con lágrimas en los ojos y tratando de comprender, le pregunta a María “¿todo termina?”
La familia lo entierra esa misma semana.
Análisis de la historia: "Lo más asombroso de esta vida"
Lo fantástico y lo real: la condición de Damián
El cuento comienza en un contexto completamente realista, con la descripción de un conventillo en Buenos Aires y la vida cotidiana de una familia numerosa. Sin embargo, la presencia de Damián, el hermano encerrado en el cuarto de la terraza, introduce un elemento de extrañamiento. Damián no es descrito como un monstruo o un ser deforme, sino como alguien que vive en un estado de asombro permanente, incapaz de enfrentar el mundo exterior debido a su sensibilidad extrema.
El efecto fantástico se construye a través de la ambigüedad: no se explica claramente qué es lo que hace que Damián sea tan diferente. ¿Es una enfermedad, una condición espiritual, o algo más? Esta falta de explicación genera en el lector una sensación de inquietud y curiosidad, ya que lo sobrenatural no se resuelve, sino que se integra en la realidad de manera sutil.
El tema central: el asombro y la fragilidad humana
El cuento explora temas profundos como el asombro ante la vida y la fragilidad humana. Damián representa una sensibilidad extrema, una capacidad de ver el mundo con una intensidad que lo abruma. Para él, cada detalle de la realidad es un milagro, pero esta misma sensibilidad lo hace incapaz de soportar la crudeza del mundo exterior. Esto se refleja en su reacción al ver un pájaro muerto, un evento que lo confronta con la idea de la muerte y lo lleva a una crisis existencial.
El tema de la muerte es central en el cuento. Damián, que vive en un estado de asombro permanente, no puede comprender la idea de que todo tiene un fin. Su descubrimiento de la muerte lo lleva a una crisis que culmina con su propia muerte, sugiriendo que su sensibilidad extrema lo hace incompatible con la realidad del mundo.
El efecto en el lector: extrañamiento y reflexión
El cuento genera un efecto de extrañamiento en el lector. La figura de Damián, con su sensibilidad extrema y su incapacidad para enfrentar el mundo, es inquietante y conmovedora. El final, en el que Damián muere después de descubrir la muerte del pájaro, es impactante y deja al lector con una sensación de duda y reflexión. ¿Era Damián realmente un santo, como decía su madre, o simplemente una persona demasiado frágil para el mundo? ¿Qué significa su muerte en el contexto de la historia?
El final abierto y ambiguo refuerza el efecto fantástico, ya que no se resuelve el misterio de la condición de Damián, sino que se intensifica, invitando al lector a reflexionar sobre el significado de lo ocurrido.
La crítica social y la ironía
Aunque el cuento tiene un tono fantástico, también contiene una crítica social sutil. La madre de Damián, que lo mantiene encerrado y lo considera un santo, representa una visión del mundo basada en la fe y la superstición. Su actitud hacia Damián, aunque bienintencionada, es también una forma de opresión, ya que lo priva de la libertad de experimentar el mundo por sí mismo.
Además, hay una ironía en el hecho de que Damián, que vive en un estado de asombro permanente, no pueda soportar la realidad del mundo. Esto sugiere que el asombro y la sensibilidad extrema, aunque pueden ser vistos como virtudes, también tienen un lado oscuro, ya que pueden llevar a la incapacidad de enfrentar la crudeza de la vida.
El estilo narrativo y la construcción del mundo
El cuento está narrado en primera persona, lo que permite al lector identificarse con la protagonista y experimentar su transformación de manera íntima. El lenguaje es sencillo y directo, pero efectivo para crear una atmósfera de realismo que contrasta con lo fantástico del evento central. La descripción del asombro de Damián, con su capacidad de ver el milagro en las cosas más simples, es particularmente poderosa y contribuye a la sensación de extrañamiento.
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