Horacio Silvestre Quiroga Forteza fue un destacado escritor uruguayo, considerado uno de los maestros del cuento latinoamericano y uno de los principales exponentes del modernismo en la literatura hispanoamericana. Nació el 31 de diciembre de 1878 en Salto, Uruguay, en una familia acomodada. Sin embargo, su infancia estuvo marcada por tragedias familiares que influirían significativamente en su escritura.
A los dos años, perdió a su padre, Prudencio Quiroga, quien murió en un trágico accidente de caza, al dispararse accidentalmente en la cabeza. Su madre, Pastora Forteza, quedó viuda y se casó nuevamente con un amigo de la familia, Emilio Arregui, quien se convirtió en el padrastro de Horacio. A pesar de que la familia se trasladó a una finca en el campo, la tragedia siguió persiguiéndolos. A los catorce años, su padrastro se suicidó, sumiendo a Horacio en una profunda tristeza y dejando una marca indeleble en su obra literaria, que posteriormente exploraría temas como la muerte, la tragedia y la lucha del hombre contra la naturaleza.
Después de estudiar en la escuela pública de Salto, Horacio Quiroga se trasladó a Montevideo para cursar la secundaria. Durante este tiempo, desarrolló un gran interés por la literatura y comenzó a escribir cuentos y poesía. A los dieciocho años, se mudó a Buenos Aires, Argentina, donde estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, la literatura pronto se convirtió en su pasión dominante, lo que lo llevó a abandonar sus estudios para dedicarse por completo a la escritura y al periodismo.
Quiroga trabajó como periodista en diversos periódicos y revistas de la época y se involucró activamente en la vida literaria y cultural de Buenos Aires. En 1900, publicó su primer libro, "Los arrecifes de coral", una colección de cuentos que reflejaban sus experiencias en Misiones, una región selvática del norte de Argentina. Esta obra marcó el comienzo de su carrera literaria y mostró su estilo naturalista y su capacidad para retratar la naturaleza y la vida de los lugareños.
Después de viajar por varios países de América Latina, Quiroga regresó a Uruguay y se estableció en su casa en San Ignacio, Misiones, una experiencia que influiría profundamente en su escritura. Allí, escribió cuentos que se centraban en la vida y la dureza de la selva misionera, como "Cuentos de la selva" (1918), una de sus obras más conocidas y amadas. Este libro, dirigido a un público infantil, presenta personajes animales con características humanas, enseñando valiosas lecciones de vida y respeto por la naturaleza.
A lo largo de su carrera, Quiroga continuó escribiendo cuentos y novelas, experimentando con diversos estilos literarios. Su obra se caracteriza por su realismo, su tratamiento de temas universales y su enfoque en los aspectos más oscuros de la vida humana. Entre sus obras más destacadas se encuentran "Anaconda" (1921), "El desierto" (1924) y "El salvaje" (1927).
A pesar de su éxito como escritor, Quiroga luchó contra problemas emocionales y enfrentó varios desafíos personales. En 1937, después de recibir un diagnóstico terminal de cáncer de próstata, decidió quitarse la vida ingiriendo cianuro de potasio. Su muerte dejó un legado literario importante, y su obra sigue siendo estudiada y apreciada en la actualidad.
Horacio Quiroga dejó un impacto perdurable en la literatura hispanoamericana. Su habilidad para retratar la naturaleza y las complejidades del ser humano lo convierten en uno de los autores más influyentes de su tiempo. Su legado literario continúa inspirando a lectores y escritores en todo el mundo.
Bibliografía:
Diario de viaje a París (Testimonio y observaciones, Ed. Páginas de Espuma, Montevideo, 1900)
Los arrecifes de coral (Prosa y verso, El Siglo Ilustrado, Montevideo, 1901)
El crimen del otro (Cuentos, Ed. Emilio Spinelli, Buenos Aires, 1904)
Los perseguidos (Relato, Ed. Arnaldo Moen y Hno., Buenos Aires, 1905)
Historia de un amor turbio (Novela, Ed. Arnaldo Moen y Hno., Buenos Aires, 1908)
Cuentos de amor de locura y de muerte (Cuentos, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1917)
Cuentos de la selva (Cuentos infantiles, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1918)
El salvaje (Cuentos, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1920)
Las sacrificadas (Cuentos escénicos en cuatro actos, Soc. Coop. Editorial Ltda., Buenos Aires, 1920)
El hombre muerto (cuento), Diario porteño La Nación, Buenos Aires, 1920)
Anaconda (Cuentos, Agencia Gral. de Librería y Publicaciones, Buenos Aires, 1921)
El desierto (Cuentos, Ed. Babel, Buenos Aires, 1924)
Los desterrados (Cuentos, Ed. Babel, Buenos Aires, 1926)
Pasado amor (Novela, Ed. Babel, Buenos Aires, 1929)
Suelo natal (Cuentos, Ed. Crespillo, Buenos Aires, 1931)
Más allá (Cuentos, Soc. Amigos del Libro Rioplatense, Buenos Aires - Montevideo, 1935)
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