
Francis Scott Key Fitzgerald, conocido como F. Scott Fitzgerald, nació el 24 de septiembre de 1896 en St. Paul, Minnesota, y murió el 21 de diciembre de 1940 en Hollywood, California. Fue un escritor estadounidense ampliamente reconocido por sus novelas, relatos cortos y su aguda crítica a la sociedad estadounidense de la década de 1920, particularmente en la llamada Era del Jazz. Su obra más famosa es El gran Gatsby (1925), una obra que no obtuvo el reconocimiento inmediato que merecía, pero que más tarde se convertiría en una de las novelas más importantes de la literatura estadounidense del siglo XX.
Fitzgerald es considerado uno de los más grandes escritores de su generación y un cronista de la sociedad estadounidense de la "Edad del Jazz", un período caracterizado por el exceso, el hedonismo, el consumo y la decadencia social. Aunque sus obras se centran en las aspiraciones y los sueños de la alta sociedad, también exploran la fragilidad del sueño americano y los problemas inherentes a la lucha por alcanzar la felicidad.
Primeros años
F. Scott Fitzgerald nació en una familia de clase media alta. Su padre, Edward Fitzgerald, descendía de una familia de ascendencia irlandesa y era un vendedor de madera y muebles, mientras que su madre, Mary McQuillan, provenía de una familia rica de la ciudad de Nueva York. Su familia vivió en una variedad de lugares durante su infancia, ya que su padre tuvo dificultades para encontrar estabilidad laboral debido a su negocio fallido.
Fitzgerald asistió a varias escuelas privadas, pero fue en la Academia de San Pablo, en Minnesota, donde comenzó a escribir de manera más seria. Durante sus años en la escuela secundaria, ya destacó como un joven escritor y llegó a ser el editor de la revista escolar. Su primer gran logro fue el reconocimiento por su obra literaria y su éxito en el campo de la poesía. Fue entonces cuando escribió uno de sus primeros relatos, que más tarde incluiría en sus recopilaciones de cuentos.
En 1913, Fitzgerald ingresó en la Universidad de Princeton, donde se unió a diversos grupos literarios y comenzó a escribir para publicaciones estudiantiles. Sin embargo, su vida universitaria no fue un camino fácil: se enfrentó a dificultades económicas debido a la falta de fondos de su familia y a su difícil adaptación a la vida académica. En Princeton, comenzó a escribir más en serio, y fue en este período cuando sus primeras obras literarias, incluida una novela incompleta, empezaron a tomar forma. En 1917, abandonó la universidad para unirse al ejército durante la Primera Guerra Mundial.

Carrera literaria temprana y matrimonio con Zelda Sayre
Aunque la Primera Guerra Mundial interrumpió su educación y sus primeros intentos de carrera literaria, fue también durante su tiempo en el ejército cuando Fitzgerald encontró su voz literaria. Mientras estaba estacionado en Camp Sheridan, en Alabama, Fitzgerald conoció a Zelda Sayre, una joven de la alta sociedad que se convertiría en su esposa. La relación de Fitzgerald con Zelda fue tumultuosa y dramática, pero también profundamente influyente para su trabajo. Zelda era un modelo de la mujer moderna de la época, extravagante, independiente y enérgica, y Fitzgerald la utilizó como inspiración para muchos de sus personajes femeninos, especialmente en El gran Gatsby.
Fitzgerald escribió su primera novela, This Side of Paradise (1920), una obra semi-autobiográfica que refleja sus propias experiencias en Princeton y sus primeras relaciones amorosas. La novela fue un éxito inmediato, catapultando a Fitzgerald a la fama literaria y asegurando su posición como una figura prominente en la literatura estadounidense. El éxito de This Side of Paradise permitió a Fitzgerald casarse con Zelda Sayre en 1920, lo que también marcó el inicio de un período de vida lujosa y llena de fiestas y excesos en Nueva York y Europa.
La Edad del Jazz y los años en París

Durante la década de 1920, Fitzgerald y Zelda vivieron una vida llena de esplendor y excesos, influenciada por el hedonismo y el estilo de vida de la "Era del Jazz". El dinero que Fitzgerald ganó de su éxito como escritor permitió a la pareja vivir con lujo y asistir a fiestas en lugares exclusivos. Sin embargo, la fama y el dinero también trajeron problemas: la relación con Zelda se deterioró por sus problemas de salud mental y por las tensiones causadas por el estilo de vida exuberante que llevaban. En 1924, debido a las crecientes dificultades económicas y personales, Fitzgerald y Zelda se mudaron a París, donde se integraron en los círculos literarios expatriados, conocidos por su relación con escritores como Gertrude Stein, Ernest Hemingway y James Joyce.
En París, Fitzgerald escribió su obra maestra, El gran Gatsby (1925). La novela, que retrata la vida de la alta sociedad en Long Island durante los años 20, se centra en el personaje de Jay Gatsby, un hombre que busca recuperar el amor de una mujer, Daisy Buchanan, mientras navega por los peligros del materialismo y la ilusión del sueño americano. La novela no tuvo el éxito inmediato que Fitzgerald esperaba, pero con el tiempo se consolidó como un clásico de la literatura estadounidense y se considera una de las mejores novelas jamás escritas en inglés.

Crisis personal y profesional
Después de El gran Gatsby, Fitzgerald pasó por varios años de dificultades económicas y profesionales. La Gran Depresión afectó gravemente a la industria literaria, y Fitzgerald luchaba por mantener su éxito mientras su vida personal se desmoronaba. En 1929, la salud mental de Zelda se deterioró aún más, lo que la llevó a pasar varias temporadas en hospitales psiquiátricos. Durante este tiempo, Fitzgerald vivió en el sur de Francia y en Hollywood, donde escribió guiones para la industria cinematográfica, pero sin lograr un éxito significativo.
A lo largo de la década de 1930, Fitzgerald escribió varias obras, pero ninguna alcanzó la magnitud de su trabajo anterior. Su última novela, Suave es la noche (1934), aunque aclamada por la crítica, no fue un gran éxito comercial. Fitzgerald también publicó varios relatos cortos y continuó luchando contra el alcoholismo, lo que empeoró su salud y su capacidad para trabajar.
Últimos años y muerte

Fitzgerald pasó sus últimos años trabajando como guionista en Hollywood, donde escribió para estudios de cine como MGM. Durante este tiempo, luchaba por escribir una novela que le devolviera su antiguo prestigio. En 1940, Fitzgerald comenzó a escribir lo que sería su última novela, El amor de los últimos años, que quedó incompleta debido a su muerte.
El 21 de diciembre de 1940, Fitzgerald murió de un ataque al corazón a los 44 años. Su muerte fue en gran parte ignorada en el momento, ya que su legado literario estaba en declive y sus problemas personales y financieros lo habían sumido en la oscuridad.
Obra literaria y legado
F. Scott Fitzgerald dejó un legado literario que perdura hasta nuestros días. Aunque su trabajo fue más apreciado después de su muerte, su influencia en la literatura estadounidense es incuestionable. Las siguientes son algunas de sus obras más significativas:

This Side of Paradise (1920): Su primera novela, que narra la vida de un joven llamado Amory Blaine, basado en la propia experiencia de Fitzgerald en Princeton.
The Beautiful and Damned (1922): Una novela sobre el amor, el materialismo y la decadencia de la clase alta.
The Great Gatsby (1925): Su obra más famosa y considerada una de las grandes novelas americanas, que critica la corrupción y el vacío detrás del sueño americano.
Tender Is the Night (1934): Una novela compleja sobre la vida de un médico y su esposa, que refleja la decadencia y el deterioro de la alta sociedad.
The Last Tycoon (1941): Una novela inconclusa que fue publicada póstumamente, sobre el mundo de Hollywood.
A pesar de los altibajos en su vida personal y profesional, Fitzgerald dejó un legado duradero en la literatura estadounidense. Su habilidad para capturar la belleza y la tragedia de la vida en los "felices años 20" y su crítica a las falacias del sueño americano continúan haciendo de su obra un referente cultural.
Legado
F. Scott Fitzgerald sigue siendo uno de los escritores más importantes de la literatura estadounidense del siglo XX. Su talento para capturar los matices de la vida en la alta sociedad, su estilo narrativo elegante y sus profundas reflexiones sobre los sueños y las aspiraciones humanas hacen que su obra continúe siendo relevante hoy en día. A través de personajes complejos y situaciones trágicas, Fitzgerald construyó un vasto panorama de los valores y las ilusiones de su tiempo, que sigue siendo un espejo para las sociedades actuales.
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